¿Qué ves al abrir la ventana?


¿Qué ves cada mañana al levantarte, cuándo abres la ventana de tu dormitorio?

¿Ves orden o ves caos?

Lo que veas o, mejor dicho, como te sientas al abrir la ventana, en ese momento, indica qué tipo de mentalidad tienes; remarca cuál es tu actitud ante la vida.

Te expondré un ejemplo, para que lo comprendas mejor. En la construcción, a menudo ocurre que si llueve intensamente no se puede trabajar, dependiendo de la tarea que estén llevando a cabo y de si están o no a cubierto. Imaginemos que la previsión del tiempo avisa de que va a llover el próximo día. A la mañana siguiente, finalmente no llueve, y luce el sol intensamente. En esa situación, habrá dos tipos de trabajadores:

·  Unos, al abrir la ventana de su dormitorio verán el sol y pensarán: “¡Oh! ¡Vaya! Pensé que hoy no iría a trabajar. El hombre del tiempo aseguró que llovería. Ya tenía planeado quedarme todo el día en casa sin hacer nada”. Lo ven todo negativo, su día ya no comienza bien para ellos. Les da igual incluso no cobrar ese día, ya que día no trabajado es día que no les pagan.

· En cambio, otros se levantarán temprano, abrirán su ventana, contemplarán el magnífico día que ha comenzado y pensarán: “¡Hace un día fantástico! Finalmente podremos trabajar hoy. Eso me vendrá muy bien, porque no me sobra el dinero, y hay que pagar las facturas. Además, será muy agradable trabajar hoy gozando de tan buen tiempo. Por la tarde podré ir a pasear con mi mujer y mis hijos, y aprovechar lo que queda de día. Sin duda, va a ser un día maravilloso”.

¿Ves la diferencia? Es exactamente el mismo día para los dos. Pero a uno le parece fatal y al otro perfecto. Esa manera de afrontar la vida es extrapolable a todo lo demás en tu día a día. La forma en que reacciones ante cualquier situación, incluyendo las adversidades, determinará, entre otras cosas, que seas feliz o no lo seas. El sentirte optimista te hace ver las cosas de otra manera. Eso te hará huir de la mediocridad y dejarás de autocompadecerte, o de culpar a todo y a todos de lo mal que te va en la vida.

Cuando estuve en el ejército, a menudo hacíamos marchas a pie, recorriendo largas y abruptas rutas por montaña. Todo ello formaba parte de nuestra instrucción. Teníamos un capitán que, literalmente, rezaba para que el día que salíamos a la montaña lloviera, relampagueara y, en resumen, hiciera el peor día posible. Él pensaba que si la finalidad de esas salidas era la de endurecernos, no tenía que parecer un paseo por el campo. Creía que cuánto más duro mejor. Y quería que estuviéramos lo mejor entrenados posible, y lo mejor adaptados a cualquier circunstancia.

No te equivoques. Él iba el primero de todos, en cabeza. No se trataba de un simple maltrato mientras el aguardaba en un despacho. Siempre decía (y en eso llevaba toda la razón) que si nos veíamos en la necesidad de entrar en combate, la guerra no se iba a detener a esperar a que dejara de llover, y había que estar preparado para lo peor.

Como imaginarás, dejando de lado momentos de “ardor guerrero”, la mayoría rezábamos precisamente para todo lo contrario. Esos días no queríamos ver la lluvia ni de lejos.

¿Cómo crees que era el estado de ánimo y la actitud de las diferentes personas el día que diluviaba? Había gente feliz y orgullosa, y gente cagándose en todo.
Pero ni una actitud ni otra iban a hacer que el día cambiara, así que, ¿por qué no tomárselo con entusiasmo de todas formas?

Todos encontramos, tarde o temprano, obstáculos en la vida. Para algunas personas, esos obstáculos significan retos y no problemas. Pero eso es otro tema del que hablaremos más adelante.


¿Y tú? ¿Qué ves al abrir la ventana?


Presentación



Hola a todos/as.

Arrancamos con este nuevo proyecto. Lo más sensato es comenzar presentándome y explicando, de manera breve, lo que vas a poder encontrar en este blog  a partir de ahora.

Mi nombre es Samuel. No soy ningún multimillonario solidario, con ansias de difundir a todo el mundo mi preciado secreto para lograr generar grandes flujos de dinero a diario. Tampoco voy a intentar venderte ningún sistema infalible para ello, ni cursos, libros, etc. 

Aquí no se vende humo. Pero ten en cuenta una cosa: que yo no te incite a comprar libros, convenciéndote de que es la única forma de lograr el éxito, no quiere decir que no vaya a recomendarte muchos de ellos. La lectura de buen material es un elemento clave en este camino. Yo he leído mucho y sigo haciéndolo. Lo mismo sucede con audiolibros y  demás opciones por el estilo, como cursos, conferencias... ¡Nútrete de todo ello tanto como puedas!

Entonces, ¿qué vas a poder encontrar en mi blog?

Pues reflexiones, consejos e información de un humilde servidor. No seré como Stveve Jobs o Richard Branson, pero créeme cuando te digo que he logrado mi pequeño éxito personal. Sin entrar en detalles privados, mi vida ha dado un cambio brutal, y no ha sido de la noche a la mañana, si no fruto de mucho esfuerzo, constancia, paciencia y ¿por qué no admitirlo? ¡muchos altibajos!

He pasado de no tener nada, ni a nivel material ni espiritual, a tener mi propio negocio y ser feliz con ello. Pasé de poner en riesgo mi vida una y otra vez, a ser un "adicto" al deporte, llegando a competir en carreras de media maratón (puede que tu participes en maratones e incluso en pruebas de Iron Man pero, para alguien a quien la mayoría de gente daba poca esperanza de vida, te aseguro que es todo un éxito). Y la cosa no se queda ahí. Aún no he llegado hasta donde quiero voy a llegar, pero cada día estoy más cerca. 

Puede que tú seas un gran hombre de negocios y pienses: "¿Qué puede aportarme esta persona a mí, que he llegado mucho más lejos que él?".

No pretendo ser ningún gurú del éxito, prometiendo el cielo. Evidentemente tampoco te voy a enseñar como he montado mi pequeño negocio, o como me preparo para una carrera. Tan solo quiero poner mi granito de arena para que, entre todos, razonemos y reflexionemos sobre aspectos que seguro que nos acercarán cada día más al éxito personal de cada uno. 

Además, si alguien sabe de superación personal, de cambiar radicalmente hábitos y de establecerse metas, te aseguro que ese soy yo. Y, habré sido pobre, pero ignorante no soy.

Hay que ser humilde y abrir la mente. 

Todo el mundo es mejor que yo en algo, y de ese algo aprendo yo.

No soy Napoleón Hill, ni Robert Kiyosaki, pero seguramente tengo cosas que mostrarte o, al menos, déjame motivarte. A menudo sucede que el que está por debajo te motiva más. Personalmente no me termina de gustar cuando alguien que ha llegado muy por delante mía en una carrera me dice: "Lo has hecho muy bien". Suena compasivo, como mostrando lástima. Lo mismo ocurre cuando alguien va mucho mejor que tú en los negocios, es como si te estuviera diciendo: "Muy bien, pero jamás me llegarás ni a la suela de los zapatos". En cambio, cuando alguien que ni siquiera compite en la carrera o, mejor aún, alguien que ha llegado justo detrás de ti, te dice: "Lo has hecho muy bien". ¡Guau! Eso mi inunda de optimismo. 

Así, pues, en mi blog encontrarás reflexiones, frases y consejos para, como mínimo, motivarte para lograr lo que te mereces.

Si te gustaría obtener contenido adicional, sígueme en la página que recién he creado en Facebook:



Ahí subiré frases y todo lo que añada a mi blog, pero además compartiré artículos, recomendaciones de blogs, de libros, y vídeos de los mejores (ellos sí lo son) en tema de coaching y desarrollo personal.

Espero que te guste y que estemos en contacto por aquí. 

Muchas gracias por tu atención. ¡Marchemos juntos hacia el éxito!

Samuel.